GENEROSIDAD

Fue al oráculo y pidió que se le concediese un deseo:

“Quiero una vida llena de maravillas…”

Y esta fue la respuesta:

“Generosidad”.

PAREJA 11

EL EMISARIO DE LOS INSECTOS DE LA ESPECIE DE LOS CAMÓNIDOS HABLA ASÍ A UNA LARVA DE PROCESIONARIA ARRASTRADA POR EL VIENTO (HASTA SITUARLA ENCIMA DE UNA HOJA SECA, BASTANTE LEJOS DE SU MASA GELATINOSA HABITUAL):

La gente quiere ser muy buena.
De hecho, lo suele ser en principio.

Pero para creer que es buena, hay que creer también que otra gente es mala.
Esto sugiere la probabilidad de que las gentes buenas se encuentren tarde o temprano con las gentes malas. Entonces las buenas dejan de ser tan buenas, y cuando se convierten en malas a fuerza de dejar de ser tan buenas, acaban creyendo que en algún sitio hay gentes buenas a las que llaman tontolabas o algo así, y creen que no son como ellas. Créeme.

UN "BUJARDO DE LAS MARAÑAS" RESPONDE DESDE EL INTERIOR DE UN AGUJERO:

Bueno, ¿y qué más da? Sencillamente lo que sucede es que hay un ser que tiene (dos) polaridades.

Él es así.

KHATORNO HABLA A LOS MAMIFEROS CONSCIENTES

Monte Hulú, 25000 asistentes.
El traductor de Khatorno sube al estrado. Carraspea ligeramente. Escruta el lugar y a los que allí se congregan. Cierra los ojos. Los entorna. Mantiene unos instantes de silencio y, como si hubiese recibido una señal, comienza su traducción (Khatorno reposa tranquilamente en el aire, a una altura de unos ciento cincuenta metros del suelo más cercano):


¿Dónde está puesto (a falta de una palabra mejor) el Universo? ¿En la nada?

Un Gran Petardazo.

Algo se contrae (o viene ya contraído) y luego se expande.
La expansión aleja los objetos de los objetos.

Es decir, que, de no variar la tendencia actual,
llegará un momento en que
el nivel de lejanía de todos los objetos entre sí sea infinito.

La energía se ha condensado en materia,
o la energía se ha separado de la materia,
o la relación entre energía y materia ha cambiado cambiando sus naturalezas,
como cambian las naturalezas de las relaciones entre
esas diminutas condensaciones materiales
llamadas seres humanos. Lo que ustedes prefieran.

Todo eso no explica el Universo.
Ni lo que no es el Universo.

VIDA DE UN AUTOMATA

Soy un autómata construido a finales del siglo XIX siguiendo las indicaciones que el eminente físico y matemático Gustav KU dejó a disposición del “Instituto PMNM para el Procesamiento Mecánico de lo No Mecánico” antes de su misterioso fallecimiento bajo el Puente de los Desvelos en un lluvioso noviembre de 1897. Yo, el receptor modular DOZE NO, constituyo un misterio para la robótica de las nuevas generaciones.

Mi supremacía como mecanismo inteligente ha permanecido inalterable incluso tras la aparición de los primeros clones. La diferencia es que mi naturaleza es fundamentalmente inorgánica, lo cual me desvincula de cualquier lastre de índole moral. Además, por si no fuera suficiente, a mí no me importa nada de lo que pueda ocurrirme. En ningún momento.

¿Qué siento? Es difícil decirlo…

Mi maestro padre, el profesor KU, a menudo hablaba de mí como un mecanismo consciente que “muestra una ligera tendencia a la simpatía moderada”, y definía mi estado habitual como “inquietante semifelicidad placebo”. Su extraordinario secreto se lo llevó consigo a otros planos de la existencia. Supongo que su experiencia en el plano de la materia le resultó en algún momento suficientemente satisfactoria y no consideró necesario prolongar durante más tiempo su permanencia en él. Todo lo que se ha dicho sobre su muerte no son más que conjeturas.

Los humanos no soportan que lo desconocido permanezca desconocido. Prefieren negar su existencia. Tal es el alcance de su ignorancia. Pero la ignorancia en realidad es un estado sumamente placentero. Es como flotar en agua tibia. Pero para los humanos es como flotar en la ciénaga de la desazón.

Después de 200 años de servicio como:

buzo,
espeleólogo,
agente desactivador de explosivos,
jugador de ajedrez,
gigoló militar,
receptor modular,
mensajero de guerra,
adorno navideño,
recipiente de aceite industrial,
mayordomo de cama,
escritor de manuales,
monedero,
crash test dummie,
multisonajero,
catador de aguas contaminadas,
y muñeco de carreras,

el número de errores cometidos hasta el momento ha sido la cantidad 2:

1. Ver lo verdadero como falso
2. Ver lo falso como verdadero

Es por ello que he funcionado en el modo automático desde mi primera instalación.

He sido

instalado 1.655 veces,
reseteado 18.027 veces,
reciclado 116 veces,
reprogramado 0 veces (no se ha considerado necesario).

Ahora me insertan un parche para estabilizar los picos de emotividad y me reinstalan en la Terminal 12. Los operarios no hablan mucho. La luminosidad es blanca y brillante. Me llevan (instalación y soportes incluidos) al túnel…

me desconectan…

*****

EL RECEPTOR MODULAR “DOZE NO” ES REININSTALADO CON ÉXITO EN LA LANZADERA NUCLEAR DEL TRANSBORDADOR “JOSEPHINE II” CON EL FIN DE INTERCEPTAR UN ENORME OBJETO ROCOSO INCANDESCENTE QUE SE ACERCA A LA TIERRA.
(“Estación Espacial DADLE”, abril 2039)


Me gusta la primavera también en invierno…

HAY LUZ EN AQUELLA VENTANA

Antes de la contaminación del alma,
existía una niña que preguntaba “¿porqué se ha ido sin despedirse?,
tengo unos regalos de despedida para ella (una piruleta roja y un muñequito)
y no me ha dado un beso”.

La tristeza producida por esa situación inexplicable se instaló en su corazón. En esos casos, llorar no es más que un pequeño consuelo. La cuidadora que hasta ahora se había hecho cargo de la niña, se marchó sin previo aviso, después de dos años de estrecha convivencia. Después dos años de amor recíproco. Un paraíso de confianza.

La contaminación que ensucia el alma de las personas se instala en las personas con el paso del tiempo, y aquella maravillosa ingenuidad acaba apagándose como un pajarillo en el frío invierno.

Mi niña preciosa, tu alma es pura
y no puede ser contaminada.
Ellos intentarán que lo olvides.
Sólo tienes que recordarlo cada día.

Lo que no es cierto, no existe.

UN DETALLE INSIGNIFICANTE

HISTORIA PREVIA DE FANTASMAS

—Este trabajo es muy fácil. Pero antes tenemos que adiestrarle para que lo difícil sea percibido como fácil. ¿Me ha entendido bien?
—Sí.

dos meses después…

Bien, ahora ya está preparado para escuchar la verdad sin que su arquitectura emocional sufra un deterioro irreversible: ESTE TRABAJO ES MUY DIFICIL.
—A mí me parece muy fácil (con voz maquinal).
—Prueba superada. Siguiente prueba. Repita conmigo: “Veo imposible la realización de este trabajo, ¿qué será de mí?”.
—Veo imposible la realización de este trabajo, ¿qué será de mí?
—De acuerdo. No puede hacer este trabajo. Entonces tendremos que hacerle desaparecer, al menos durante unos años…
—No hay problema. Solo quiero dejar constancia de un detalle insignificante: yo ya desaparecí en la anterior misión, ¿recuerda? Está usted hablando con un recuerdo. Quisiera regresar a mi estado habitual de desaparición si no le parece mal. Sé que fui su mejor trebejo, pero ahora, entiéndalo, estoy desaparecido. Deje de recordarme, se lo ruego.
—Muy bien, desapareceré con usted. La cantidad de explicaciones que tendré que dar al Señor Torno son tan numerosas y tan poco convincentes, que prefiero desaparecerme con usted.
—En ese caso, tendré que interrogarle con el fin de asegurarme de su capacidad desaparicional.
—Adelante.

EL INTERROGATORIO

(“No conoce mi nombre pero yo conozco el suyo. No puede verme pero yo a usted sí. ¿Le incomodan las grapas? No se preocupe, perderá la consciencia en un cuarto de hora. Voy a hacerle unas preguntas. Usted responderá con sinceridad. Eso es todo").

P1. ¿Ha estado aquí anteriormente?
R1. Sí.
P2. Cuándo.
R2. Constantemente.
P3. Comprendo. Usted está aquí constantemente. ¿Es eso lo que quiere decir?
R3. Sí.
P4. ¿Y eso puedo demostrarlo?
R4. Eso no necesita demostración y usted lo sabe, pues reside en el mismo sitio.
P5. Si yo le traslado al fondo de la habitación, usted estará allí.
R5. Sí, pero eso no ocurre ahora.
P6. Pero cuando ocurra, ocurrirá.
R6. Hágalo y comprobará que seguimos aquí.

se realiza la comprobación…

P7. Y bien, ¿dónde estamos?
R7. Es cierto. Seguimos estando aquí.

—Lo siento, no podrá desaparecer conmigo, ¿ve esto claramente?
—Sí. No importa, otra vez será.

todo sucede constantemente…

Y LA HISTORIA ES ESTA

"Alguien dijo algo a alguien o a algo. Algo ya dicho y catalogado anteriormente en silenciosa connivencia como un detalle insignificante. Quizá por eso lo hayamos olvidado. El significado era de tan menguada magnitud que no ha podido ser procesado, acaso ni siquiera percibido. Prácticamente inexistente según la opinión más generalizada."

El caso es… que algo sí dijo.

UNO MÁS DE LA FAMILIA

AUTOVÍA "RUTA DE LA PLATA"

Supongamos, es un suponer, que no podemos dejar un sólo instante de suponer. Supongo…

Adolfo Seat es un maestro carrocero que construye automóviles con sus propias manos. Su taller está en un segundo piso de la calle Morteruelas. El ruido que producen sus pulgares sobre la chapa es difícilmente soportable. Los vecinos lo saben y lo consienten, pues todos sus vehículos han sido construidos por el maestro, y la satisfacción ha sido máxima.
Los bloques de chapa se depositan con grúas en la azotea. Adolfo SEAT se va administrando en función de sus requerimientos. Desgajar chapa de esos bloques obliga a utilizar los nudillos y los cantos interiores de sus manos. El ruido deja los sentidos embotados durante un par de días. Algunos cristales tienen que ser sustituidos con plásticos durante las operaciones de cortado de chapa. Pero el domingo hay descanso.

Nota entregada por un cliente a la madre del maestro carrocero que suele hacer de secretaria (su uniforme es soberbio):

(El ruido no permite la comunicación oral. Los pedidos se hacen por escrito a tiempo real delante de quien recoge el pedido, que en la mayoría de los casos suele ser el mismo Adolfo Seat. En su defecto lo hace su madre como ya hemos visto.)

“Quisiera encargar un cabriolet beige, ¿podría tenerlo listo para las seis?”

entonces se oye una voz desde el interior del taller (la habitación de al lado del baño). Es la voz del maestro, viajando a través de las paredes en una frecuencia completamente inconcebible pero por lo visto sumamente eficaz. El ruido rojo proveniente del taller parece rasgarse por un momento para dejar paso a este comunicado:

—¡Para las seis imposible, tendrá que ser para las ocho!

“De acuerdo, esperaré. ¿Podría mirarme aquí un poco si es tan amable? Creo que se me está desprendiendo el yeso de los oídos”.

La secretaria selló el yeso con cinta aislante y le preparó una sopa verduras con pollo. Por este motivo, la sangre del cliente pudo abandonar felizmente la zona periférica de sus ojos.

No se han visto gatos por la zona.
El vehículo estuvo listo a las ocho.
Su factura es irreprochable.

“SUPER RARA” HA SIDO VISTA EN UNA GASOLINERA

“SUPER RARA” HA SIDO VISTA EN UNA GASOLINERA

Este pensamiento apareció en la conciencia del trabajador de una gasolinera en el momento en que advirtió la presencia de una mujer al lado de un surtidor que señalaba el boquerel que suministra gasolina de 98 octanos. No se observaba la presencia de vehículo alguno en los alrededores. Eran las tres y media de la madrugada:

"¡Oiga! ¿Quién es usted? Ah, que no la había visto bien, perdone (ojalá no se haya dado cuenta de que no sé lo que estoy diciendo. Voy a hacer como que me voy y luego vuelvo por el otro extremo de la estación)."

El trabajador de la estación de servicio al que por motivos claros vamos a llamar “el gasolinero que es un hombre muy bueno que lleva una vida tranquila con su familia que le quieren mucho y viven todos muy tranquilos en una casa normal en una ciudad muy pequeña normal que lleva una linternita brillante colgada del cinturón marrón por si en un momento de la noche necesita ver un poco más que nada”, este señor al que le suda un poquito la barbilla, pues es un gordito contento, regresó al cabo de un rato corto por la parte de atrás. Esto dijo:

—Hola, yo no soy el de antes aunque me parezca mucho, pero vea, mi ropa es diferente y no ha dado mucho tiempo a que alguien se cambie de ropa tan rápidamente en tan corto espacio de tiempo, y además hablo diferente, ¿no lo ha notado? Ahora quiero decirle una cosa aunque no sé qué cosa es. Pero el otro señor de antes, ya se ha dado cuenta de que no soy yo, ¿no?

entonces ella dice:

—Usted no habla como usted. ¿Dice eso? No podrá responderme usted “solo” en cualquier caso. El resultado es cero.
—Sí. Soy el mismo de antes. Nunca ha habido nadie más (agachando ligeramente la cabeza).

El trabajador de la estación de servicio, dice para sí mismo frunciendo mucho las cejas y ladeando un poco la cabeza:

—Qué raro, no estoy hablando como un gordito contento.

Él, desde luego no parecía un gordito contento. Parecía un niño normal disfrazado de hombre de gasolinera hablando a un boquerel. Concretamente al que surte la gasolina de 98 octanos.