12.7.07

nos vemos muy bien desde aquí


tal como un impulso natural, no pensado, como un movimiento espontáneo nacido del vacío, después del agua, y después de un recóndito cubículo de dolor prensado en algún lugar del estómago profundo que encuentra su salida por disolución... tal.

me miras igual que yo a ti
y no te mueves nada,
y de pronto te mueves un poco

y yo no me muevo,
quizá no quiera que regreses todavía a los verdes alargados del fondo,
aunque eso no es cierto, yo quiero lo que tú quieras, las distancias no importan, las distancias tienen muchos matices, ninguna es la misma que otra.
hay distancias creativas…

verde en general.

te yergues sobre un mostradorcito,
como para ver qué hay al otro lado.
un poco alienígena y tierna,
un poco solemne y fría,
fresquita más bien,
sobre todo por la parte de la barriga…

hay una tenue sensación de conocidos viejos,
y hay otra más fuerte que casi la oculta:

la de que todo fue mentira,

y la verdad casi se olvida…

3.7.07

DEBERÍAS SABERLO


Un amigo de un amigo le dijo a ese amigo:

—Me gustaría saber si sabes cuál es el antídoto contra el asunto “niños subidos a tapias que tiran piedras”.

—Tú fuiste niño, deberías saberlo.

—Sí, debería pero no lo hago, ¿lo podrías hacer tú (el saberlo)?

—Si yo lo hiciese, tú ya no tendrías que hacerlo, ¿verdad?

—Sí, esa es la verdad, a mí me gustaría mucho saber si sabes cuál es, en tu opinión, el antídoto de ese asunto de los niños de las tapias que tiran piedras. ¿Tú sabes eso ahora que ya te has dado cuenta de que yo no lo sé, a pesar de haberlo sabido, según tu parecer, en algún momento durante mi niñez?

—He querido, quizá inadvertidamente, colocarte una culpa-lapa con el fin de liberarme por regateo de una sorda contracción de energía que ha contaminado mi programación básica. Me cuesta un poco activar lo inactivo durante las mañanas de los últimos meses. Pero nada de todo eso tiene importancia, ¿la tiene? Antes de proseguir, me gustaría saber tu parecer.

—Todo el rato queremos saber cosas el uno del otro, como somos tan amigos… Pero no me gustaría con todo este lío, quedarme sin saber si conoces el antídoto, etc... o no. ¿Tienes ese conocimiento? Si no lo tienes has de saber que no tiene para mí la menor importancia. Puedes continuar no diciendo nada, de ser ese tu propósito.

—Acabas de devolverme la culpa lapa. Gracias. Ahora que la veo desde fuera, me parece menos… significativa,

1. ¿tú sabes lo que eso significa?

2. ¿tú sabes lo que significa eso?

—Elijo la primera.

—Yo no sé nada de ese asunto de un antídoto contra niños subidos a tapias que tiran piedras.

—Yo tampoco sé nada de eso.