28.4.08

EL DIA DE LA FOTO



Día 14

Me encuentro en la selva peruana, llevo varios días sin ver el sol exceptuando las veces que salgo al río. Todas las pistas me han conducido hasta aquí, la X del mapa. Y aunque puedo notar su presencia, no hago otra cosa que certificar su ausencia.

Día 17

Mi último guía ha decidido retirarse antes de proseguir hacia el Territorio Prohibido. Ante mi pregunta “¿quién lo ha prohibido?” se encoge de hombros y me saca la lengua. Tendré que continuar solo.

Día 21

No, definitivamente no puedo irme de aquí hasta que encuentre a la mujer de la foto. Necesito preguntarle si es ella la que aparece en la foto, “¿eres tú la de la foto?”. De obtener una respuesta negativa a esa pregunta, mi misión aquí habría concluido.

Día 24

Hace dos días que me persigue un oso perezoso. Pensaba que se pasaban el día adormecidos entre los ramajes. Se ha comido las últimas galletas y ha escondido mis gafas. He decidido hacerle un gorro.

Día 1

He sacado una foto.

23.4.08

EL GUARDIÁN DE LA LUMBRE


El Capitán Cuqui lleva dos horas sentado al borde de su cama con el pijama puesto.
Su muñeca “Baby Fever” obsequio del Cónsul le sonríe desde la silla. Su cara es desconcertantemente agradable para ser de goma. Su postura de “como si estuviese sentada” resulta francamente natural, e incluso se diría que despide de vez en cuando una suave fragancia que invita a la confidencia.

“Seguramente no sea como voy a decir que es, pero creo estar oyendo en el piso de arriba (no hay piso de arriba) como si alguien se afanase en empujar muebles pesados y de enormes dimensiones de un lado a otro de la habitación. Por lo visto ninguna configuración le deja satisfecho.

Los ciclos de traslado presentan una intensa volatilidad, la actividad del cambio de mobiliario parece frenética durante unos instantes y de pronto todo se para, seguidamente todo es diferente de todo lo anterior en frecuencia, duración, textura, intensidad y varianza, lo posterior a su vez es también diferente.

He pensado dedicar mi atención a este fenómeno durante las próximas horas”.

Y así pasaban las horas, los días y los meses en aquél mar tan largo...

Hasta que llegaron a la isla del “Murciélago Blanco” donde se dice que habita (haba pequeña) un enorme organismo albino con todos los rasgos propios de un murciélago, y que tiene bajo su custodia una misteriosa lámpara cuyo principal atributo es el de infundir confianza a quien manifieste un deseo verdadero. En el interior de esa lámpara prodigiosa se esconde una presencia que espera pacientemente una señal para entregar un regalo muy valioso. El sueño también es real.

—Capitán, ahí fuera hay un murciélago bastante grande plantado a plena luz del día en mitad de la playa.
—Adelante, dígale que suba a bordo y que espero en el pañol del tesoro.

La criatura coge un poco de carrerilla, da un pequeño salto y tras un par de revoloteos llega hasta el lugar convenido.

—Y bien, ¿cuál es pues su deseo?
—Encender de nuevo mi corazón.

13.4.08

CRONICAS DE BEBÉ DISFRUTE DESDE LA TIERRA PURA


Soy un bebé que no sabe hablar todavía pero gracias a un impulso de la voluntad, hablo.
Nada más nacer me he retirado a un rincón para considerar mi situación (gente vestida de blanco con cruces rojas corrían de un lado para otro). No os preocupéis, sólo va a ser un ratito.

Un impulso en forma de recuerdo
ha aparecido en mi campo mental,
y gracias a mi voluntad he podido desencriptarlo:

“Fíjate si realmente has nacido ahora”.

Qué curioso es todo en general,
tirando del hilo he llegado al carretillo.

Sólo era necesario recordarlo una vez.

Querido osito naranja, qué alegría viajar contigo,
visitar lugares maravillosos,
conocer gentes luminosas,
volar entre arcoiris,
hablar con árboles, animales,
seres sutiles de los bosques y las lagunas,
criaturas del deshielo,
unicornios y dobles soles…

8.4.08

CUENTO DE PRIMAVERA


Un día normal de primavera, dos personas inician un viaje con destino al sitio donde ya están. Hay una ventana abierta a través de la cual el viento mueve suavemente las cortinas. Unas cortinas francamente preciosas.

empiezo ahora

—Daría lo que fuera por…
—¿Y por qué no lo haces?, me refiero a dar lo que fuera por eso que ibas a decir.
—Porque

1. una fuerza extraña parece impedírmelo aunque no logro identificar esa fuerza extraña, incluso dudo de su existencia, etc. El caso es que no estoy haciéndolo.
2. quizá mi deseo de hacer lo que he dicho que haría con respecto a lo que iba a decir, no fuese tan fuerte.
3. no era necesario decir lo que he dicho que iba a decir, así que

empiezo ahora

—Me gustaría bastante que no te durmieras mientras te hablo.
—Y, ¿cuándo creíste que ocurriría eso?, me refiero a la activación de tu sentimiento del gusto.
—Como bien sabes, mi cabeza es una enorme papila en desuso. Sin embargo, no me refiero a ese gusto que también, sino al otro gusto que por cierto no ocurre en el presente tal como has indicado, así que

empiezo ahora

—A esto no se puede llegar tarde, cielo.
—Entonces no te he estado esperando, gracias.

una música maravillosa suena en este momento

—Tu boca sabe a fruta fresca

se oyen algunos ladridos a lo lejos…