25.9.11

SATURNIA ISABELAE


Acaso no haya sido más que una ilusión pasajera, pero sea como fuere aquello me estaba sucediendo a mí, o mejor dicho, me está sucediendo ahora mismo al traerlo a la memoria, el pasado pasado está, aunque quién puede saberlo...

Doce flores adornan la entrada, las he contado, qué curioso, pues yo nunca cuento las cosas, su número lo incluyo sin más como volumen y forma. Mas una de ellas es distinta, por eso me bastó contabilizar hasta 11 y después hasta 1, es decir que conté dos veces aunque la segunda casi no cuente.

Cuando después de muchas dudas decidí cruzar el umbral, me fijé en un detalle que hasta entonces me había pasado inadvertido: el olor de las dudas es muy parecido al dolor de las pupas, OD = DP,
o dicho de otra manera, la sangre sabe a peseta.

Suficiente por hoy, amigo, te quedarás en el umbral hasta que pase la noche, pues si la noche no pasa, al otro lado no hay nada.

La nada es como gris blanquecina y no hay suelo.
Muévete si quieres pero no notarás nada,
no hay referencias y menos aún una referencia fija,
¿a qué te refieres?

Quise en vano verte antes de tiempo,
"a su tiempo" me dijiste, acabo de recordarlo,
y yo te respondo: ¿al tiempo de quién?
¡yo quiero verte a mi tiempo!

Ahora sé (estoy sabiendo) que es imposible verte al tiempo de quien sea, ya que la única posibilidad está fuera del tiempo.

Hasta siempre.