LA BRUJA REVISADA Y COMPRENDIDA.
La elegancia que exhiben algunas criaturas consideradas por el colectivo inconsciente como malvadas, está tan cerca de la belleza que incluso puede propiciar estados beatíficos.
Hay una elegancia natural, o una naturalidad elegante,
pero ¿acaso la elegancia verdadera no es la naturalidad misma?
Perfectamente vestida para la ocasión, exhibe su callada solemnidad ante las criaturas inocentes que, ajenas a su maléfica influencia (pues ésta no llega nunca a producirse), continúan con sus ingenuas ocupaciones...
Expresión de sí misma,
su irreprochabilidad está fuera de toda duda,
impulsada por una fuerte determinación,
cumple su designio con majestuoso rigor.
Se observa también una cierta disposición a la entrega.
A la entrega de algo. Ella tiene algo que es para alguien,
un último regalo…
Y en su plexo solar hay un sol que ilumina a una niña que vive alegremente en su maravilloso universo del bosque.
Su disfrute nos llega sin interferencias.
Flores, un pueblo, una cortina, otros habitantes, la gran manzana roja…
También puede verse a quien lo estaba viendo,
y a quien lo está viendo ahora.