Super Normal conduce por la carretera—Disculpe caballero, ¿va hacia allí en este vehículo? (un taxi de color azul eléctrico).
—Más bien voy hacia aquí pasando por allí.
—¿Me lleva con usted? Sólo haré pis una vez. En una bolsa. Ni siquiera tendrá que parar.
—Suba, pero sepa que no puedo bañarlo pues no llevo bañera en el vehículo.
—No importa, ya me han bañado esta mañana temprano.
Super Normal viaja en coche por la comarca a la hora del crepúsculo. Todos los filtros del lenguaje han desaparecido de su mente, pues en este momento no tiene nada pendiente excepto viajar en coche. Por tanto la realidad entra alegremente en su experiencia. Nota mientras conduce que va subido a un artefacto que se desplaza rodando en gomas por una superficie alisada. Hay otros artefactos con personas dentro (incluso bebés y perros) que también hacen eso. "Todo sigue sucediendo de la manera en que lo hace. Sí a todo”.El pasajero se incorpora repentinamente desde el asiento de atrás y golpea en la ventanilla:
—Caballero, creo que nos sigue un conejo, ¿se ha dado cuenta?
—No me había dado cuenta, pero ahora gracias a usted lo hago.
—¿Sabe que nunca desfallecen? ¡Vaya hacia la presa se lo ruego, quizá podamos saltar a tiempo con el vehículo en marcha, en cuanto vea la rampa acelere!
—Ahora voy yendo en coche, eso hago. Pero no se preocupe, los conejos nunca fueron realmente peligrosos, además llevo el maletero lleno (de ellos), han querido acompañarnos en este viaje y se han mostrado de lo más amables, incluso me han enviado saludos para usted.
—¡Yo no he sido!, pero aun así sepa que ya no lo voy a hacer más.
—Usted sí ha sido, pues lo que no ha hecho lo está no haciendo otra vez.
—Gracias.