5.4.11

LOS PITIDOS EN LA CABEZA NO SON SEÑAL DE LOCURA

(Impresiones generales de una persona objetivamente normal tras dos semanas de reclusión en un sótano sin humedades: Anotaciones del Dr. Röegter, durante las vacaciones de Semana Santa).

"Y al fin y al cabo, ¿qué es la locura? Los pitidos en la cabeza los puede escuchar cualquiera que preste la atención debida, en muchos casos el festival de altas frecuencias es tan claramente audible que ni siquiera la atención es necesaria.

Me pregunto si habrá algún instrumento capaz de identificar las frecuencias exactas con el fin de estudiar en profundidad las derivaciones de este fenómeno, quizá un día de estos construya uno en el garaje.

METODO 1 PARA ESCUCHAR LOS PITIDOS DE LA CABEZA

Sentarse o tumbarse o mantenerse de pie cómodamente en una habitación silenciosa y escuchar atentamente cualquier señal acústica proveniente de los interiores de la caja cerebral (más adelante se orientará la escucha a los fluidos biológicos y eléctricos de otros lugares del cuerpo).

Enseguida irán apareciendo las primeras frecuencias. Es posible que cueste identificarlas al principio porque son muy agudas. Una referencia de cómo puede sonar eso, sería aproximadamente el zumbido de un televisor antiguo al encenderlo.


A continuación podrán escucharse más de cuatro frecuencias diferentes. Cada una de ellas, sin interferencias en su fluencia irán tomando preponderancia alternativamente en función de la postura o la atención del sujeto.


Contrariamente a la opinión general de que los pitidos en la cabeza son señales de locura y ya está, puedo sostener después de innumerables verificaciones (todo el mundo sin excepción dice que soy normal), que estas frecuencias acústicas son las responsables del sostenimiento de cierta configuración cerebral, o del pensamiento, o incluso de una particular estructuración molecular. Si esas frecuencias pudiesen ser afinadas, probablemente se producirían resultados asombrosos en las capacidades (e incapacidades) de los sujetos.

En cualquier caso, cada cual a su manera puede aprovechar estas frecuencias para hacer comprobaciones y experimentar acerca de la naturaleza de los pensamientos, de las emociones y del carácter, por citar ejemplos conocidos.

Quizá no sean otra cosa que una especie de huella dactilar acústica, o quizá se trate de una sintonización codificada, o aún de una instalación de procedencia desconocida..."