EL ACTOR DE REPARTO FINGE MENOS QUE EL ACTOR PROTAGONISTA
—Todo oscila excepto mi permanente sensación de que todo oscila. E incluso esa permanencia no es sino una lentísima oscilación. Una transición infinita. ¿Ya ha pensado en lo que va a decirle al Señor Torno?
—Sinceramente no sé que voy a decirle, quizá no le diga nada y tan sólo le mire insistentemente a los ojos hasta que acabe creyendo que le he dicho algo. A veces sucede que una mirada ya lo dice todo, incluidas las palabras no dichas. ¿Usted qué opina, cree que la insistencia puede sustituir a la determinación? A mí me gustaría que fuese así.
—La determinación no necesita ocurrir mucho rato para alcanzar su objetivo, sin embargo la insistencia a menudo se estanca en el tiempo a causa de su forzada mecanicidad. Quizá la persistencia esté más indicada como alternativa a la falta de determinación.
—¿Sabe lo que me gusta de su cara? Que parece la suya de verdad, ¿es la suya de verdad?
3 dijo:
la insistencia muy insistente puede convertirse en un agobio, mejor la determinación, es más eficaz, te procura un control sobre tu camino y fomenta la felicidad, aunque determinarse casi siempre implique una elección.
También ocurre lo siguiente: se hace una elección y sin embargo la determinación camina en sentido contrario.
Cuando la elección y la determinación caminan juntas es una gozada.
¿Quizá le llamen Culo Gomez Deloyo?
Publicar un comentario
inicio