23.4.08

EL GUARDIÁN DE LA LUMBRE


El Capitán Cuqui lleva dos horas sentado al borde de su cama con el pijama puesto.
Su muñeca “Baby Fever” obsequio del Cónsul le sonríe desde la silla. Su cara es desconcertantemente agradable para ser de goma. Su postura de “como si estuviese sentada” resulta francamente natural, e incluso se diría que despide de vez en cuando una suave fragancia que invita a la confidencia.

“Seguramente no sea como voy a decir que es, pero creo estar oyendo en el piso de arriba (no hay piso de arriba) como si alguien se afanase en empujar muebles pesados y de enormes dimensiones de un lado a otro de la habitación. Por lo visto ninguna configuración le deja satisfecho.

Los ciclos de traslado presentan una intensa volatilidad, la actividad del cambio de mobiliario parece frenética durante unos instantes y de pronto todo se para, seguidamente todo es diferente de todo lo anterior en frecuencia, duración, textura, intensidad y varianza, lo posterior a su vez es también diferente.

He pensado dedicar mi atención a este fenómeno durante las próximas horas”.

Y así pasaban las horas, los días y los meses en aquél mar tan largo...

Hasta que llegaron a la isla del “Murciélago Blanco” donde se dice que habita (haba pequeña) un enorme organismo albino con todos los rasgos propios de un murciélago, y que tiene bajo su custodia una misteriosa lámpara cuyo principal atributo es el de infundir confianza a quien manifieste un deseo verdadero. En el interior de esa lámpara prodigiosa se esconde una presencia que espera pacientemente una señal para entregar un regalo muy valioso. El sueño también es real.

—Capitán, ahí fuera hay un murciélago bastante grande plantado a plena luz del día en mitad de la playa.
—Adelante, dígale que suba a bordo y que espero en el pañol del tesoro.

La criatura coge un poco de carrerilla, da un pequeño salto y tras un par de revoloteos llega hasta el lugar convenido.

—Y bien, ¿cuál es pues su deseo?
—Encender de nuevo mi corazón.

6 dijo:

Anonymous Anónimo dijo...

¿con que se enciende un corazón?

21:00  
Blogger Unknown dijo...

No es lo que todos queremos (encender el corazón)?????

21:49  
Blogger fran rubio dijo...

El corazón se enciende con confianza, la lumbre que todos queremos.

21:51  
Anonymous Anónimo dijo...

A mi también me gustaria¡¡¡¡,,,,,

17:26  
Anonymous Anónimo dijo...

Yo también pasé por esa isla y descrubrí que el murciélago es solo un espejismo del miedo, la lámpara está al alcance de la mano.
Besos


Siente que no hay final, que no existen dudas,
fantasmas ni pájaros.
Limpia cada rincón de un corazón cansado
e intenta acomodarse sobre un frío recuerdo.
Al llegar a los vacíos-quizás del alma o tal vez de los sueños reconoce los miedos, duda de su torpe razón y se siente triste, soledad.

Endeble ante lo soso presiente que el tiempo maneja distintos relojes y que nada persiste perennemente. Sin fuerzas ni motivos se despega de mí,
vuela en el viento y finalmente cae en un mar de lágrimas.

Mar de lágrimas. Poema de Martín Jimenez guerra

13:59  
Blogger fran rubio dijo...

Sí, la lámpara está justo detrás del miedo.

15:06  

Publicar un comentario

inicio