SIGUE ASÍ Y LLEGARÁS CERCA
La madre de mi madre me decía: "Tú, hijo del Padre verdadero, traspasa ya los límites de tu programación básica, haz lo contrario de lo que haces y penetra la Sustancia con alegre percusión”.
Ante eso me puse a llorar un poquito y luego, ya más calmado, acepté la realidad de mi comportamiento: si quería resultados diferentes, tenía que dejar de hacer lo que hacía inmediatamente.
Y empecé en ese momento.
—Abuela, ¿vale elevar la leva en vela, la lave o no la ve?
—A la abuela la va a velar, la lave o no la lave.
Y mi mundo cambió inmediatamente, y no solo mi mundo sino el mundo de los demás, es decir, todos los mundos.
Todo lo que es apareció en mí, sin saber quién era mí. Mimirri.
Afortunadamente había recuperado mi pasaporte de entre los matorrales (unos conejos se lo llevaron), pero la foto reflejaba la luz de una manera tan refulgente y estable que no pude verme en ella.
Y soplando hacia la luz fundí a magentas...