MI PADRE EL MÉDICO DE LA RISA (Cuento lemuriano)
Mi padre fue un médico especializado en enfermos terminales a quienes se dedicaba a hacer reír hasta que la muerte por risa sustituía a la muerte por cualquier otro motivo.
Su método era sencillo en concepto y aplicación, aunque complejo en identificación para quien lo ha visto operar sin encontrar motivo alguno de hilaridad como resultado de su operativa, por más que las muecas y las carcajadas de los pacientes momentos antes del último estertor devolviesen una y otra vez la imagen clara y contundente de alguien que incuestionablemente se estaba muriendo de risa.
Dicen que poseía la facultad de leer en sus pacientes aquél secreto último que las personas se llevan consigo a la tumba, aquél que nunca ha sido desvelado, el último tesoro, el pequeño misterio doméstico. Entonces, a la manera de un tahúr búlgaro, cambiaba de lugar el objeto mental con respecto a su paisaje sin que ya nadie pudiese saber dónde se encontraba aquél con respecto a éste. Entonces la atención se desplazaba hacia quien atendía y de pronto la atención desaparecía.
“¡Atiendan!” solía gritar mi padre de una manera tan súbita que un calambre recorría las cervicales provocando por resonancias internas la desaparición de todo rastro de seriedad...
Yo mientras tanto me entretenía en observar aquella lámpara turca de la sala de espera en la que nunca había nadie esperando, si me exceptúo a mí mismo.
Su sala de operaciones era una habitación de techos altísimos. Había comprado el piso de arriba con el fin de quitarle los suelos, cosa que hizo en una sola tarde ayudado por un amigo suyo, un fontanero militar con conocimientos de espionaje doméstico y albañilería...
Nunca me olvidaré de ese espacio tan bien iluminado, cuyo acceso me estaba vetado salvo raras excepciones: "No tengas tanta prisa por ver lo que hago" solía decirme cada vez que le pedía quedarme a ver alguna de sus intervenciones, "hay cosas que sólo se pueden comprender en el último momento, nunca antes".
De todas formas, en alguna ocasión lo veía todo desde un agujerito en el techo del segundo piso, y sin embargo nunca logré entender qué es lo que les hacía tanta risa, pues él a menudo se mostraba muy serio y apenas se movía de su sillón emplazado en mitad del recinto, un lugar desprovisto por lo demás de cualquier tipo de mobiliario, con la salvedad del sillón y unos enormes baldes de goma colocados boca abajo en donde hacía sentar a sus pacientes de dos en dos.
La luz de los focos emitía luz naranja, mi padre esperaba a que se hiciese el silencio más absoluto, y comenzaba a hablar. Yo no podía oír nada desde allí arriba, ¿qué les diría?
LO QUE LES PUDO DECIR
Sale por sorteo la posibilidad 712 de entre las infinitas posiblilidades.
Posibilidad 712
"Los baldes, al ser tan blandos en conjunción con su forma de cono truncado, carecen de estabilidad, por lo que tendrán al principio dificultades para mantener sus posturas, pero traten de no caerse, pues tendríamos que empezar de nuevo. Ahora la enfermera les traerá unos vasos de agua que beberán sin tragar manteniendo el máximo líquido posible en sus bocas cerradas y con los carrillos inflados al límite de su extensión. Procuren no reírse."
16 dijo:
Increíble habilidad la de dicho medico, hacer reír, mas aun en los últimos momentos de la vida, olvidando así todo rastro de enfermedad y dolor…Haciendo morir de risa. (Aunque dicha forma de morir también forma parte de la muerte ¡¡¡¡)
En verdad todo un poblador de Lumia ("Los llamados son continuos en la mente sobre la Senda de la Luz, para que todos aquellos que están en las fuerzas oscuras se unan para el restablecimiento del Reino de la Paz y el Amor.")Autor del texto: El Compañero de Iluminación de Oro
No creo que haya mayor motivo de ser feliz en nuestra vida que estar en paz con nosotros mismos y recordar todo el amor nos rodea, aun en horas tan duras como deben ser la de abandonar nuestros cuerpos (Ya que soy de la creencia que mientras nos recuerden nuestro Alma continua vida¡¡¡)
Un beso
No hay nada que pueda provocar tanta risa como que te digan que no te rias, a mi siempre me pasa.
Morirse de risa, no creo que sea mejor que morirse de cualquier otra forma, sobre todo si uno es consciente de que va a morirse, pero el trabajo que se tomaba el señor doctor si me parece de lo más respetable, anda que no tiene que ser dificil hacer reir en segun que circustancias, me imagino al hombre inventando cada día formulas nuevas, como un buen actor estudiando sus posibilidades.
un beso y una sonrisa.
Sí, estar en paz con uno mismo da mucha felicidad, aunque una vez que se tiene paz, la felicidad es casi secundaria. Curiosa tu referencia a Lemuria y sus pobladores.
Malvi, la muerte por risa es una modalidad de muerte que he probado y que recomiendo abiertamente. Seguro que tú también te habrás muerto de risa alguna vez, no?
Curiosa en verdad Fran ¡¡¡¡
Pero al visualizar al medico mientras leía el relato recordé lo que leí sobre los antiguos habitantes de Lemuria y su sabiduría (Persiguen Las Sendas de la Luz a través del universo para encontrar la paz interior .Teniendo en cuenta el patrón de pensamientos que ha sido creado por un nivel de conciencia: físico, emocional, mental y espiritual. Creencias por cierto muy paralelas o semejantes al Budismo) , y hay que reconocer que el medico debía ser todo un sabio o un habitante de Lemuria , para hacer reír en esos últimos momentos de la vida de sus pacientes hasta que morían de risa.
PD: Hay unas cuantas Web bastantes interesantes en referencia a Lemuria .
Besos mil.
Despues de todo esto yo os desearia la muerte, no Fran?
Pasarlo lindo Che!!!!!!
Muy buen deseo Santi, ya ha sido incorporado a nuestro negocio familiar, gracias. A seguir disfrutando.
Es que Fran , los pobladores de Lemuria, donde viven los lemures o hámster cebra pero menos gorditos, nos manejamos desde la prepotencia. Nos importa demasiado, sin percatarnos de que es un soplo la vida, sin tomar conciencia de que somos mucho más nosotros mismos cuando nos ignoramos. Nuestro destino está en el polvo, por eso envejecer o morir-y hacerlo con alma de niño- o sea riéndonos, es la mejor alternativa.
Sobre todo es importante que quede claro que Internet es una fuente inagotable de información.
Y a propósito, en el Caprabo de Sánchez Preciados el pimentón está de oferta.
Los lemurinos son gente muy seria.
¿Hay algún lemuriano entre nosotros?
Por favor ,Si lo hay me lo presentan???? Estaré encantada de conocerle y tener una larga charla sobre sus creencias ¡¡¡¡¡
BESOS MIL
Maryan quizás no venga a cuento pero creo es esta Web en particular es preciosa sobre los antiguos habitantes de Lemuria que nada tiene que ver con los Lemures .
http://members.fortunecity.com/billgl/shasta/shasta3.html
Sonrisas miles :)
Jo, Fran, ¡¡¡¡¡qué tostón¡¡¡¡¡, otra vez pasa que en tu blog hay gente que se cree con el derecho a decirnos a otras de lo que se puede hablar o no.
Si es así, no apetece.
El placer es nuestro.
Gracias.
Fran, te paso una cosa que al parecer escribió el humorista Kino, a mi me ha parecido bastante divertido, ¡¡¡¡¡aunque no tanto como para morirse de la risa eh¡¡¡¡¡
La vida debiera ser al revés: Se debería empezar muriendo y así ese trauma está superado.
Luego te despiertas en una residencia mejorando día a día. Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión.
Luego en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro.
Trabajas 40 años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral.
Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo y te preparas para empezar a estudiar.
Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé.
Y los últimos 9 meses te pasas flotando tranquilo, con calefacción central, servicio de habitaciones, etc…
Y al final abandonas este mundo en un orgasmo.
Pues yo también me apunto a morirme de risa, una variedad de asfixia muy atractiva...
Debería haber en los Hospitales Monitores de Ocio tambíen llamados Turanimators, como en los hoteles de costa. Sus métodos varían un poco.
Wodehouse, en general el asunto del "tránsito" está un poco descuidado en esos aspectos, pero estoy seguro que tus ideas serían muy bien recibidas por los pacientes. Qué curioso es todo...
El chiste de la vida al revés tiene dos gracias, una externa y otra interna.
Mal&vil, bienvenidos.
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