7.9.10

CRONICAS DE UN ANFIBIO SEMICONSCIENTE


Con la excusa de quitarse los pinchos de los pies se tiró al río, y a pesar de que los pinchos permanecieron, al menos ya no sentía sus pinchazos. Así fue como se hizo anfibio.

Su nueva condición de sapo silvestre riojano le obligó a realizar algunos cambios en su comportamiento, pues descubrió que por ejemplo ya no podía bailar sobre dos patas, su afición favorita, al menos por el momento. Así que a partir de entonces se dedicó a construir un baile basado en giros y saltos espasmódicos, lo cual produjo un cambio significativo de conducta en los insectos y reptiles de la zona dando lugar a reservas y despliegues de temerosidad por parte de la mayor parte de sus vecinos.

Sin embargo él quería el bien de todos. Así, sin más. Era un deseo natural nacido de los lugares más profundos de su naturaleza que no requería confirmación intelectual alguna.

Pero de poco le sirvió explicar los pormenores de ese nuevo sistema de baile, pues en el mejor de los casos esa explicación era recibida como una especie de ritual predatorio camuflado.

Así que después de dar un montón de vueltas al asunto, decidió restringir el ejercicio de sus danzas a lugares aislados y remotos, allá donde no pudiese molestar a nadie. Entonces se acordó de un garaje de recauchutados emplazado en un polígono industrial que había visitado en alguna ocasión en su época de humano. Pensó que bien podría ocultarse allí durante las noches de fin de semana para desplegar sus bailes. Dada su nueva fisonomía los ventanucos de aireación le permitirían fácilmente la entrada al amparo de la oscuridad de la noche.

Cuando se trasladó allí notó que le habían seguido todos sus vecinos sin excepción, dispuestos a seguir depositando en él su viejos malestares:

—No importa a dónde vayas, pues allí iremos nosotros contigo para seguir volcando sobre ti todos nuestros temores.
—¿Y por qué yo?
—Porque eres el mejor testificador que hemos encontrado. ¿Qué haríamos sin ti? Nuestros temores necesitan un huésped, un organismo consciente que pueda consignarlos y perpetuarlos. Es nuestro alimento, y tú lo has consentido.

El anfibio a estas alturas ya era demasiado anfibio como para seguir atendiendo a semejantes consideraciones. Lo último que pudo decir antes de perder definitivamente todo rastro de consciencia fue lo siguiente:

“¡Hala, ir a correr por ahí!”

Y en ese momento todos los miedos, que siempre fueron suyos, se desvanecieron tal como se desvanecen las sombras al sol del mediodía.

15 dijo:

Blogger Ser dijo...

¡Que bueno leerte de nuevo!
Esta fabulosa historia del anfibio semiconsciente me recuerda a la de una tipa que quedo semiinconsciente cuando una tenia de varios metros decidio abandonar su cuerpo por su ano.
Estaba todo el dia cagada de miedo, hasta que fue a cagar y dejo de estarlo.
Tenia que contarlo

17:47  
Blogger fran rubio dijo...

No hay nada como cagar el miedo cuando se está cagado de miedo, muy buena historia.

19:03  
Anonymous Santi dijo...

Que bien se esta aqui!

12:28  
Blogger fran rubio dijo...

Sí, qué bien se está aquí.

01:12  
Blogger Unknown dijo...

Bien hallado después de las vacaciones ….

21:03  
Blogger micaminodetrader dijo...

Hola estoy aquí, hay alguien por ahí, andaaaaaa.....

22:16  
Blogger fran rubio dijo...

Bien hallada tú también en este segundo verano.

Sí, por ahí hay alguien, seguro, señor regularidad en la operativa.

23:42  
Blogger Onomatopeya dijo...

¡¡Menos mal que viniste, sapito deseado!!

Yo también tengo pinchos pero no me sirvieron cuando quise desadherirme del Michelin untado con un super Glu, glu, hiper adherente, al que fui a oler desesperadamente, reminiscencias de mi viciosa vida de humano.

Y así me encontraste, pegada a un recauchutado desinflado, sin miedo y sin olfato.

Ahora estás aquí y celebro tu llegada porque soy todo ojos para tu sensual danza sin fin.

Solo yo puedo apreciarla, porque he estado ahí.

18:44  
Blogger fran rubio dijo...

Entonces celebremos esta celebración con una vieja canción salutativa.

Y ya que has estado ahí, ¿te has fijado si había alguien? Es una duda que está flotando en este foro.

19:25  
Blogger Onomatopeya dijo...

Sí, estaban todos, los que no pueden recordar y los que ya han olvidado.

El aroma del caucho con cola me ha alterado la consciencia.
Por eso, yo lo recuerdo.

¡Sí! ¡Bienrecibida sugerencia! ¡Celebrémoslo!

Antes de que la amnesia tome asiento de nuevo

19:52  
Blogger fran rubio dijo...

Entonces aclarado. ¿Ves como sí hay alguien ahí, caminodetrader?

20:01  
Anonymous %& dijo...

Estaba yo todo el tiempo, sick.

14:41  
Blogger micaminodetrader dijo...

No si yo como no estaba, estaba con esa duda, estando ya todos, cantemos alegremente, Por el amor de una mujer.....

15:19  
Blogger AA dijo...

¡Por el amor de una mujer!
Dejé a las vacas sin comer, cuando yo era el que me hartabaaaa.

Bebí en las fuentes del placer, hasta llegar a comprender, que no era a mí a quien amabaaaaa.

¡Semi-inconsciente me quedé..!
Mucho más allá que permanecer semiconsciente.

17:51  
Blogger fran rubio dijo...

Entonces, sí a casi todo, ¿no?

20:53  

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