UNA OBSERVACIÓN ACERCA DE LA CULPA
La palabra culpa ha sido largamente secuestrada y consensuada como la asunción de una condena potencial que se activa ineludiblemente con su correspondiente castigo, de no mediar un acto de contrición que de lugar al arrepentimiento.
Esto ha entristecido a mucha gente.
Sin embargo, con un poco de observación también se puede advertir lo siguiente:
La culpa es la experimentación de la autorresponsabilidad a través del corazón, que es donde reside la comprensión verdadera.
Si se elude su sesgo condenatorio, la culpa actúa como impulsora de un eficaz mecanismo de transformación, de la misma manera que el fuego transmuta la materia transcurrido el tiempo suficiente.
De todos modos la transformación a través de la culpa no necesita del tiempo, puede ser inmediata, sin transiciones, sucede verticalmente, de ahí su ventaja como herramienta elevadora de frecuencias.
La contrición es un apercibimiento de la Gracia, un darse cuenta del pensamiento erróneo original que sale a la luz en todo su esplendor para dar paso naturalmente al arrepentimiento, que no es otra cosa que una reconfiguración del pensamiento.
De este modo se opera un cambio profundo en el afortunado recipiendario de la culpa, quien ya no está sometido a los vaivenes de la mente intelectual y especulativa.
Prácticamente todo este proceso se hace sólo, sin intervención de la voluntad egótica.
El muñeco ha de ser ofrecido y entregado.
Desde aquí os invito a dar alegremente la vuelta al pensamiento de los últimos 2000 años.
7 dijo:
¿Y que culpa tengo yo de amarte? Mea culpa, my brother, andaaaaa
Ciertamente has entonado muy bien el mea culpa, que por cierto suena a "micción pulposa".
Qué bien pasa el amor a través de estos canales...
la culpa me tiene enajená
http://www.youtube.com/watch?v=bg-vy5CdZj8
Se inculca la inculpa de culpa, se exculpa en la disculpa.
La pulpa, que rica y el pulpo...umm
(Verrificación de palabra: "peorandi".¿Estaré em-peorandi?)
La verdad es que no tiene pinta de que estés empeorandi, mi palabra es "ungedef".
Efectivamente, el muñeco se ha de entregar, ha de rendirse e imagino que será entonces cuando llegue la mayor de las liberaciones. !Vaya peso que nos quitaremos de encima¡
Ya no me tendré que pre-ocupar tanto de mi, me, conmigo.
Cuanto tiempo libre de repente¡¡¡
Acepto tu invitación, Fran, sobre todo porque la planteas desde la alegría.
Un abrazo.
Loreto
Desde la alegría todo es más sencillo.
Un abrazo.
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