ESTOY YENDO EN TREN
El tren se para en la estación. Alguien desde el andén número 2 enfoca su atención en una persona situada tras una ventanilla del vagón número 6, que parece hallarse inmersa en arduas reflexiones a juzgar por la expresión de su frente. Esa persona eres tú, Florián, o Yolanda o Tomás Gómez Vaso, o cualquier otra denominación que pudiera darse en ti. De pronto llaman a tu telefonito multimedia, miras el número que aparece en el display, aceptas la llamada y se oye esto al otro lado: “¿Estás yendo en tren?”, y tú respondes “sí, estoy yendo en tren”.
Y ese alguien que soy yo, retira lentamente la atención de ese mundo de los interiores de los trenes, y se va a dar un paseo a otro lado, que seguramente estará muy bien también.
1 dijo:
El apasionante y romántico mundo de los interiores de los trenes,donde parece que uno entra en otra dimensión espacio-afecto-temporal y luego al salir al mundo real,todo habrá quedado anulado o todo lo más como en un simple sueño.Da tiempo de enamorarse y desenamorarse si el trayecto lo permite.
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