LA MUJER DE LA ESTAFETA Y UN POCO TAMBIEN EL HIJO. PERO LA ESTAFETA
"Soy Carmen Aviaga Cosme, trabajo en correos ayudando con los paquetes y cuido las cabinas nuevas que han puesto para que no se ensucien. También hago chistes simpáticos para que los clientes no se aburran mucho en las colas. A veces tengo que hacer muchos recados seguidos y no me da tiempo a todo. Cuando por ejemplo me gritan, hago como que no oigo y me pongo a sacar las colillas de debajo de los mostradores. Pero a veces hay gente simpática que me sonríe sin ningún motivo, y eso me gusta, aunque enseguida miren para otro lado y se pongan serios de repente. Estoy tan contenta de este trabajo que me suelo quedar casi siempre hasta que toca cerrar. Una vez con el despiste me quedé dentro hasta el día siguiente. Qué bien se estaba allí, yo sola, en silencio, sin nadie, y no es que no me guste la gente, que va, al contrario... Es la sensación de estar en mi casa, en este lugar en el que soy tan feliz..."
UNOS DIAS MÁS TARDE ALGUIEN DETRÁS DE UN KIOSCO ESCUCHA ESTA CONVERSACIÓN:
—La oficina de correos más cercana está a la vuelta de esa esquina, si va con prisa mejor vuelva otro día, las colas dan varias vueltas a la manzana. Lo mejor es ir turnándose con amigos o familiares y llevar sillas de repuesto. Y mantas. Y comida.
—Gracias pero prefiero irme para siempre a un mundo nuevo donde no haga falta enviar o recoger paquetes. En cualquier caso, por otra parte, no obstante, a pesar de eso, de cualquier manera, me acercaré de todas formas para llevarle un bocadillo a mi madre virgen que trabaja allí; bueno, ahora también vive allí. A mí me acaban de sacar del contenedor, me caí la semana pasada, lo que no ha supuesto, como puede ver, un impedimento para recordar mis deberes como hijo que da alimentos a su querida madre ¿Me sujeta las tripas un momento? No se preocupe, no son mías.
—Oh, usted debe de estar cansado (qué extraño pensamiento), ¿porqué no va a dormir un rato a su… contenedor?
—Si, cualquier cosa menos tener que bajar la basura cuando ya estoy a punto de irme a la cama.
ESTO QUEDÓ REGISTRADO EN UNA CINTA MAGNETOFÓNICA DESPUÉS DE PONER A GRABAR UN APARATO PEQUEÑO, METALICO Y CUADRADO EN UN PARAJE SOLITARIO:
“¿De verdad eso soy yo?”
1 dijo:
Las personas se comunican entre ellas por medio de extraños silencios que intercalan con fonemas y sonidos guturales.
La representación de ellos en cintas magnetofónicas ayuda a descifrar el misterioso lenguaje que intercambian y posibilita frases como esta:
"Las Calisses son bellas mozas de esas que dices carai!"
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