SUPER RARA DE RESCATE EN
La especialista que venía todas las tardes a encargarse de “eso que se nos ha colado en casa”, había concluido aquél día su tarea, y cuando ya pasaban unos cuarenta minutos desde que se metió en el baño a cambiarse, comenzamos a inquietarnos sin que ninguno de nosotros se atreviese a llamar a la puerta, tal era el respeto que infundía. Por algo la llamaban “La desparralobos”. Pero era la única auxiliar capaz de encargarse de “eso que se nos ha colado en casa” sin que nadie sufriese daños, ¿cuál era su secreto? Hacerle el amor cada veinte minutos con un desatascador y dos muelles, uno de ellos pequeño. Y créame si le digo que aquello era verdadero cariño. No se trataba de un trabajo bien realizado sin más, sino que había verdadera entrega, un compromiso hondo. De hecho, no podíamos dejar de emocionarnos durante sus intervenciones en los momentos más delicados. En el resto de los momentos, sencillamente llorábamos abiertamente.
—Seamos serios, señor Copacabana, esta es una gran empresa, qué pretende con su pequeño circo de conejos, ¿que se rían de nosotros los accionistas?
—Si no acepta mi propuesta soltaré los conejos en parejas divergentes.
—Está bien, no se acalore… le doy mil dineros, recoja sus jaulas y váyase, se lo ruego… y aquí no ha pasado nada…
FINAL 1
—Hoy es mi último día, he finalizado mi creación. En breve podrán seguir haciendo su vida normal si así lo desean. No entren en el baño hasta dentro de dos días. Qué bien huelo. Adiós.
FINAL 2
—Sí, ha pasado algo.
2 dijo:
No importa si uno de los muelles es pequeño, te queremos igual, quizá mucho más.Quiérete tu también mucho, pero de verdad, verdad.
Puede que super rara, no sea tan rara, despues de todo sanear con amor del mejor cualquier cosa, debería ser lo normal.
Un beso
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