VIBRAR EN EL DOS
Supongamos, es solamente un humilde inicio, que la esperanza de ser entendido es más fuerte que el miedo a ser tergiversado.
Si yo te digo algo y tú te atienes sólo al significado de las palabras, lo más probable es que le des un significado a las palabras, pero eso no es lo que yo quería decirte. Lo que yo quería decirte ya no lo sé ni yo mismo. Sólo sé que tuve el impulso de comunicarme contigo, es decir, encontrar la concordancia y disfrutar un rato con eso. Pero el lenguaje se queda muy corto cuando lo que quiero decirte es lo que estoy diciéndote a pesar de lo cual pasa totalmente desapercibido, pero claro, es mi conclusión al respecto, y a mí me gusta también tu conclusión, aunque no me guste. La concordancia puede darse incluso en situaciones de profundo desencuentro intelectual.
Por eso las palabras no importan tanto.
17 dijo:
Ya, bueno. Es decir, que tú me dices algo a través de las palabras a las cuales yo doy un significado, pero que tú no querías decirme eso. Porque tú ya no sabes lo que querías decir.
Pero que tú querías comunicarte comnigo y disfrutar un rato de esto a pesar de que el lenguaje se queda corto cuando me dices lo que me dices, aunque "ello" quede desapercibido. Pero a ti no te gusta y también sí, la conclusión.
Algunos sabemos lo que queremos decir y no tenemos reparos en decirlo. Y entendemos también perfectamente lo que se nos dice
adan al revés es nada
nada al revés es adan
El hecho de carecer de reparos a la hora de decir algo no garantiza el entendimiento, que es cosa de dos.
Si no existe una motivación recíproca, la comunicación real (aquella que está más allá de las palabras aunque incluye éstas) es parcial e incompleta, aunque para mucha gente, esto es suficiente.
Pero el significado de las palabras tiene que ser consensuado. No hay frases objetivamente significativas más allá de lo meramente descriptivo.
Los gestos, miradas, actitudes, contexto emocional, etc, son los otros componentes de la comunicación, aunque también han de ser interpretados (o malinterpretados).
Hay quien se expresa muy bien pero no comunica.
Sospecho que ha de existir un componente afectivo en la ecuación.
El hecho de carecer de reparos es un garante del entendimiento con uno mismo. Esto es liberador.
Ecuación debe ser una raza nueva, en fin....consensuar es una palabra muy sensual. Las entrañas siempre interpretan a la perfección lo no verbal, no consensuemos tanto y que las palabras vuelen libres.
Vibrar en el dos lo dice todo, dos, dos personas jugando en el mismo equipo, marcando goles en la misma portería. Esta es la primera concordancia que se debe dar, el primer lenguaje a emocionar. Acaso hay algo que emocione más que ganar un partido en compañia de tu/tus compañeros?
Perder un partido puede ser igual de emocionante cuando se comprende al adversario, nuestro gran maestro.
Los resultados sólo son resultones.
Sin comunicación no hay juego, y sin juego no hay comunicación.
Si interpreto la palabra como palabra y ya no es palabra, comunicación es acción común. O para que haya dos basta con uno mismo.
¿Existe realmente eso de la acción común, más acá de en la bolsa o como fondo de inversión?
A veces pienso que la comunicación es un monólogo, eterno, eso sí. Pero monólogo completamente lleno de acción común en uno mismo. Sí, dentro de esos límites estrechísimos dentro de nuestros propios e individuales cerebros...
La comunicación no es una función del cerebro (basta pensar en ello unos segundos en completo silencio), sino algo que se procesa en el cerebro en el momento en que ocurre, o un poquito después.
Perdona, Fran. No consigo pensar en completo silencio; y eso que me he propuesto no proponérmelo, pero... no lo consigo.
En cuanto a la puntualización del objeto necesario para la comunicación, estoy de acuerdo. El cerebro es el medio que procesa -recibe/envía comunicación: no lo procesado.
Pero, en este proceso, por ser el cerebro mismo el material donde se mueve el contenido de la comunicación (acción común individual), ¿existe algo más que nada o, lo que es lo mismo, cerebro?
Sí, es tu conclusión. Y la mía puede ser que te guste o nó(pero no ambas cosas)cuando la conozcas.
¿Cómo sabes si queda desapercibida o nó? Tal vez no he lanzado aún la pelota ...¿o sí?
{Sí: palabra de dos letras que siempre afirma}.
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Disfrutandodetodoesto: sabemos que metegustanmucholassonrisas; vamos a disfrutar mucho... todos..... con todo.
ydisfrutandodeesto, tu conclusión puede que no coincida con la mía, por eso puede que no me guste.
Pero me gusta porque es tu conclusión, y aunque no coincida con la mía, no deja de ser una parte genuina de la realidad, y la realidad me gusta tal cual es, incluyendo todas las posibles conclusiones que puedan darse al respecto.
Así que el conocer o no conocer tu conclusión es lo de menos en términos de gusto o disgusto.
Y una vez liberados del gusto y del disgusto, estaríamos encantados de escuchar tu conclusión.
Pacoruiz, efectivamente "el cerebro es el material donde se mueve el contenido de la comunicación". Y ¿quién se da cuenta de eso? Si la respuesta es "yo", habría que preguntarte si estás encerrado en el cerebro o en algún otro recipiente.
Conocer o no mi conclusión es lo de menos...pero disfruto en el juego de la comunicación.
Gracias, amigo. Me alegro que hagas la pregunta. Sí (y no sólo yo), todos vivimos en nuestros cerebros. Cada uno en el suyo, claro y, como decía mamá: Dios en el de todos.
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jejejeje
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