11.6.07

¿QUÉ HA SIDO DEL HOMBRE QUE FUE A POR TABACO?


Caminaba por la montaña.
Mis pensamientos eran nubes de paso.
Me desentendí de mí.
Sólo caminaba por la montaña.

De pronto escuché unos aleteos a mis espaldas, como de aves grandes. Me volví y pude contemplar el vuelo de dos maravillosos ejemplares de elfas, o hadas enormes, o bellas criaturas femeninas con alas de mariposa, que desde lo alto del acantilado acompañaban al agua en su descenso, jugando como delfines en un río vertical.

Quise exclamar algo pero mi condición material había desaparecido. Carecía de soporte físico para emitir sonido alguno. Probé a contraer mi energía y me convertí en una inestable condensación de color gris. Criaturas del mundo sutil desfilaban ante mí, ajenas a mi presencia incorpórea.

Enseguida me di cuenta de que ya no estaba encerrado dentro de una entidad local. Como no lo estuve nunca. Pero eso es muy difícil de saber cuando se está encerrado dentro de una entidad local. La supervivencia parece el único propósito.

Consciente de mi verdadera situación, deseé… (¿qué puede desear un espíritu inconsútil?), intenté desear, pero el deseo era una reverberación cada vez más lejana. Todos los ecos se iban apagando...

Por fin todo era ya posible.

2 dijo:

Blogger PRUEBAS 2013. dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

13:51  
Blogger fran rubio dijo...

el más precioso, ahora todo es ya posible.

14:11  

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