1 MENSAJE RECIBIDO
He pensado que, siendo vecinos y hallándonos solos durante las mañanas, cuando todo el mundo (nuestros respectivos cónyuges, por poner un ejemplo conocido) se encuentra trabajando hasta las tres y media (incluyendo regreso con tráfico normal), podríamos si no le parece mal, sincronizar nuestros corazones hasta sentir que estamos juntos sin estarlo realmente…
No se preocupe, mi intención no es ponerle en un compromiso, lo único que quiero transmitirle es una cercanía carente de un sujeto autorresponsable que además se considere autor de su vida y de los que están alrededor de su vida, y un montón de mitos de ese tipo enredados en su cabeza. Lo que le ofrezco es una aventura doméstico-vecinal interna sin que haya nadie involucrado en el asunto, pues cada uno seguirá llevando adelante los quehaceres matinales en su soledad seca, pero simultáneamente estaremos tan unidos que parecerá que hemos regresado a nuestro estado original, antes de nuestra separación previa en el momento en que se produjo la situación: “nacimiento de los organismos que parecemos habitar y cuyas personalidades nos obstinamos en representar”.
Para que pueda hacerse una idea aproximada de mis características orgánicas a fin de conseguir mayor realismo durante la experiencia que le he sugerido, le diré que mi olor personal es absolutamente indescriptible, así como mi sabor y texturas. De mi aspecto físico y los sonidos que emito, ocurre lo mismo, son igualmente indescriptibles. Así que tendrá que arreglárselas como pueda en ese sentido, solo usted puede sentir sus sentidos, aunque es muy probable que todo ello sea irrelevante en grado sumo si es capaz de advertir la naturaleza sutil de la experiencia que he decidido compartir con usted.
Una cosa más: ni se le ocurra mirarme mientras me ducho, por más que la ventana de su cocina esté justamente situada a unos dos metros enfrente de la de mi baño que, todo hay que decirlo, siempre permanece abierta. Lo único que vería usted es un muñeco “tipo muñeca”, plantado dentro de una bañera en la posición de “recibir un chorro de agua fría desde algún lugar en lo alto de una pared”, y ese es un asunto en el que le sugiero que no entre.
Si su respuesta es sí, no hace falta que me responda, pues ya estaremos viviendo la experiencia...
Su vecina
5 dijo:
A su propuesta le respondo sin respuesta, pues el suceso está ocurriendo, y como lo se? pues es muy sencillo, ya no noto la soledad seca, todos los movimientos domésticos se han hecho mas húmedos y contentos, sobre todo cuando paso el aspirador, esto era antes realmente soledad seca.
Sentir mas humedad en general, me está dando muchas sastifaciones, a todos los niveles.
Todo gracias a esta sincronización interna que estamos realizando.
Le seguiré contando mis avances sin emitir ninguna respuesta.
Lo bueno de que ocurra todo sin nuestra intervención es que nos libera de una pesada carga. Cuando se desconecta el ruido interno, ya estamos en la experiencia.
Aquí el dadaísmo nos sirve de tapadera.Biombo.
También juego perverso de seducción para la confusión ajena.
y otras veces, según el ahogo, tabla de salvación.
Antes de la II Guerra Mundial hubo algunos intentos como el dadaísmo, para despertar de la hipnosis colectiva a la que todavía seguimos sometidos. Pero después de la Guerra, todo eso se quedó en un precioso biombo multicolor.
El surrealismo era una interesante posibilidad de poner en su sitio la preponderancia del pensamiento racional. Ahora está considerado sin más como una sarta de sinsentidos cuya única finalidad es provocar risitas snob. Y de alguna manera es cierto, pues todo ese tinglado se quedó en una especie de aborto egocéntrico con una clara tendencia al onanismo intelectual a causa de la prisa histórica por encasillar y catalogar cualquier tendencia, independientemente de su grado de desarrollo.
Una pena lo del aborto egocéntrico porque al fin y al cabo los dada somos más listos que el resto de la gente, quiero decir que al menos nos hemos dado cuenta.
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