27.9.06

CREO QUE HAY UN SEÑOR ESCONDIDO EN ESE PORTAL


• “Desde hace unos días noto la extraña sensación de que me huelen. Si, alguien me huele a intervalos irregulares. Hay días que solo me huelen dos veces.” (El huésped de abajo)

• “Recuerdo esto: voy de camino a la consulta del médico, el doctor M.Mendíbil. Es hace muchos años, pero el recuerdo de ese mundo está teniendo lugar ahora. Los sonidos se escuchan como a través de una pequeña sordina italiana. Me pregunto cómo voy a hacer para situarme en un tiempo y lugar que ya no existen. Lo haré sin embargo, por pura inercia. Como no podía ser de otra manera.
Estoy en el médico.” (Super normal)

• “¿Se ha dado cuenta, caballero, de la relación existente entre su pregunta inicial y la última pregunta que pueda usted hacerse en su lecho de muerte cuando ésta salga a su encuentro? No se preocupe, nadie le va a señalar por la calle profiriendo gritos y consignas hostiles contra usted por ese motivo. A cambio puede escoger que le echen al río de los músicos y los humoristas. Se está creado una fauna fluvial realmente extravagante. Una planta se comió un bolso y un niño se meó. Ahora que ya han pasado los picores, llegan los escozores, todavía hay rescoldillos de placer. Después dolor a secas. No es necesario que añada sufrimiento. Su muelle nos lo quedamos.” (El hijo del conserje, que es inspector de aduanas)

• Azul turquesa con marrón, pero un marrón bonito, quizá por contraste con el azul, el líquido en el frasco no investiga asesinatos, la cuerda floja, mucho antes del ADN. Las pruebas no salen. El encargado de las cremas vive detrás de los camiones. No le miréis mucho rato, va a expulsar. Es inocente. (Un policía retirado. Vive en la buhardilla).

LA INVESTIGACIÓN

“Hay un lío de recipientillos de cristal por todas partes que me impide llegar a las estanterías… ay… aa… ¡ahora! ¿te lo echo? ah, que no hay nadie.”

SU VIDA DESPUÉS DEL INCIDENTE

He ido a devolver una peli, he llegado al sitio, he parado el coche, me bajo del coche y en lugar de entrar en el cajero de pelis, me fijo en un señor muy mayor con un gorrito pardo que pasea en la noche por las calles solitarias. Va canturreando. Lo sigo [ ]. Está contento. Yo también.
Otro día me lo encuentro de nuevo. Vuelve a canturrear, lo sigo de nuevo [ ], vuelve a estar contento, vuelvo yo también a estar contento.


• “Mamá, hay un busano.” (Un niño que juega en el suelo con lo que cree que es un muñeco muy grande)