EH, AMIGO, ¿LE OCURRE ALGO?
—Y bien, ¿qué busca usted, señora?
—Busco a un hombre con una característica esencial: que duerma poco (y de sólo pensarlo, una corriente eléctrica sacude su cuerpo. Sus ojos giran en sus cuencas tornándose blancos).
—Yo, si le sirve de algo, duermo seis horas.
—No es suficiente.
—Podría bajar a cinco.
—Es usted una bestia durmiente, todavía tiene restos de baba en el cuello. No pierda el tiempo conmigo, se lo ruego.
—Está bien. En una semana tendrá su hombre.
UNA SEMANA DESPUÉS
—Señora X, le presento al señor Busqui. Duerme unos pocos minutos cada mes. ¿Quiere que le quite los esparadrapos?
—No es necesario. Lo mantendré en observación 21 días. Si es cierto lo que dice, me lo quedo.
—Muy bien. ¿Se lo lleva con correa?
—No. Prefiero acarrearlo con ganchos. Por si se escora. Tome un adelanto (le entrega un cuarto de dinero). Volveré después de hacer mis comprobaciones.
Busqui, el buscador, buscaba y buscaba. Un día decidió privarse de sueño para poder buscar a tiempo completo porque “no quiero obstáculos de ningún tipo”. Y descubrió que su estado de vigilia permanente atraía a las mujeres y a las bestias de los montes. Pronto tuvo que esconderse bajo una lona de circo abandonada en un descampado: “aquí no me encontrarán”. Además se dió cuenta de que para buscar no necesitaba el movimiento. Y así permaneció mucho, muchísimo tiempo. Se alimentaba de arcilla y caracoles. Un día, un niño subido a un muro exclamó: “¡Hay un señor escondido en esa lona! ¡Hay un señor escondido en esa lona! ¡Yo lo he visto!”
Así que llegó un conseguidor y se lo llevó en un saco. El resto es pura leyenda.
—¿Eso es todo? Y ¿qué pasó con la señora y el hombre que dormía muy poco?
—La mujer se fundió con Busqui después de comprobar lo poco que éste dormía. La pasta resultante se ha utilizado para cremas cosméticas y manteca industrial. Pero no llores, mi vida, se dice que estaban hechos el uno para el otro, lo que significa que no hay ni uno ni otro.
6 dijo:
Bello relato o cuento sobre el autoconocimiento. Gracias por compartirlo, Fran.
Al principio del mismo, uno no sabía que había un solo buscador (la señora, como un todo del relato). Pero el hombre que la pregunta "¿qué busca usted, señora?", también está buscando.
Busqui, por supuesto, no para de buscar todo el rato. Y el niño, que observa desde lo alto del muro y ve a Busqui, también busca.
En fin. Estamos tan cerca de nosotros mismos y buscamos con tal ahínco el encontrarnos, que no somos en ningún momento. Y Esto ahora me recuerda la lámpara en la mano intenta inútilmente hacernos ver, dentro del "Guernica" de Picasso .
Fundirse el uno con el otro es el verdadero amor,perder cada uno su composición para juntos formar una nueva que nada tiene que ver con la anterior,ser el resultado de una suma.A pesar de ser cremas,serían capaces de tener hijos???
Por otro lado :buscar-estado de vigilia tiene mucho sentido.Para encontrar hay que buscar con afán y estar siempre alerta y en permanente estado de apertura mental y los ojos bien abiertos.
Quién sabe si lo que se busca aparece en la fracción de un segundo y justo ahí nos pilla parpadeando tal vez y se nos pasa la ocasión.(es como las señoras el primer día de rebajas,que van en estado de máx.alerta a la busca de la ocasión para no perderlo.Es la actitud a seguir).Gracias Sr. Busqui por la enseñanza.Un besito para tí,Busqui!!!
Casi todo el mundo busca algo de una manera o de otra, aunque cuando la búsqueda se estanca puede convertirse en una trampa que consiste en posponer eternamente el encuentro de lo buscado.
Lo que puede significar que lo buscado, o es lo de menos, o lo que se busca no es realmente lo que se busca. Por otro lado, es posible también que la búsqueda sea una tapadera que nos impide identificar la verdadera naturaleza de un secreto anhelo interior al que calificamos de búsqueda cuando quizá se trate de otra cosa...
En cualquier caso la figura del conseguidor me parece también muy interesante.
La figura del conseguidor, así como la de la fusión de la mujer con Busqui en una pasta uniforme, son la verdad del cuento.
Es cierto,es realmente el eje del cuento,si se me permite llamarlo cuento.
Busco cuál podría asemejar en mi vida cotidiana la figura del conseguidor y me cuesta hallar el paralelismo...¿Se os ocurre algo???Yo sigo cavilando...
El conseguidor, a mi modo de ver, representa a la consciencia perceptiva pura de los hechos.
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