16.1.09

INSTRUCCIONES PARA VIAJAR SOBRE LA LUZ

(foto cortesía de enredondilla)

Mientras el sol propendía renunciante a sumergirse en el fondo del mar, el capitán Cuqui vaciaba la cazoleta de su pipa de ébano y emitía un profundo suspiro al recordar sus últimas andaduras por las islas Api…

—Capitán, hemos divisado una especie de pequeña esfera plateada y refulgente que se desplaza a unos cincuenta metros por encima del casco a velocidad constante y en franco acompañamiento, ¿preparamos la munición?

El capitán, quien a pesar de su condición de bucanero no era dado a las refriegas y mucho menos sin antes conocer a su adversario, estimaba en gran medida la grandeza del maestro que no necesita contender para vencer. El capitán Cuqui sube a cubierta con su catalejo monocular y se expresa con voz alzada de esta manera:

—Hola, le sugiero que descienda un poco para poder conversar tranquilamente acerca de nuestros canales coincidentes. Tengo víveres y ron en abundancia.

La esfera descendió hasta el mástil central donde permaneció unos instantes cambiando de color varias veces sin repetirse. A continuación, una vez que el fucsia se hizo permanente, la esfera inició una serie de impulsos elípticos hasta posarse suavemente sobre la barandilla de proa. En ese momento la esfera comienza a cambiar de forma pasando por todos los modelos geométricos de Euclides en armónica sucesión, hasta que de pronto una pirámide cuadrangular de cuyo vértice superior brotaba un fluido a veces naranja y a veces verde esmeralda, se estabiliza como forma preponderante tras unos instantes de oscilaciones formales discontinuas y tenues.

Se oye una voz en el interior de las cabezas:

—Necesitamos un navegante. Ik se perdió en la incertidumbre y quiero ir en su busca. ¿Puede ayudarnos?
—Con mucho placer la llevaré a donde desee, instálese cómodamente entre nosotros y partamos sin más demora.

A partir de entonces la esfera luminosa quedó instalada en el bulbo de proa a modo de fuente cromática, lo que facilitó en gran medida la navegación durante las travesías nocturnas, a parte de modelar creativamente el campo textil del universo magnético…

4 dijo:

Anonymous Anónimo dijo...

Dicen: "Nunca es tarde si la dicha es buena"... y así, mis primeras palabras son de felicitación a todos/as y cada uno/a por la oportunidad que nos brinda un nuevo año. Un año nuevo en el que cada cual puede dar pasos adelante, en el camino que conduce a su propósito de vida.
En el primer círculo compartido de este año; ha resonado un mensaje, unas palabras que quiero desde aquí, Fran, compartir contigo, y que también quiero compartir con toda persona que quiera darse el tiempo necesario para leerlo. Dice así:
"La liberación de la infelicidad requiere que tú mueras a todos tus apegos. Incluso para empezar a hacer eso, tienes que ver y darte cuenta de la enormidad de infelicidad con la que estás tratanto, en todos los niveles de ti mismo y en la existencia. Ve el mundo tal como es; no adoptes ninguna postura; regresa a tu sitio: el interior. Y aplica esa comprensión a la realidad de tu vida cotidiana, momento a momento, dentro y fuera, como tu propio autoconocimiento.
Cuando ha habido suficientes muertes, yo sé que soy responsable de la infelicidad en mi vida. Yo descubro la ley de la vida y todo lo que conlleva. Yo veo y me maravillo de todo el asombroso proceso de vida en la muerte y de la muerte en la vida. Yo me rindo voluntariamente a lo que es.
Yo muero ahora; no en agonía, no en dolor, sino en vida consciente, muero a todo excepto a lo que es. Y muriendo diariamente a mi infelicidad, muriendo por la vida, finalmente me doy cuenta de la increíble verdad: la muerte no existe. Lo único que muere es mi miedo a la muerte.
Sólo muere el miedo. Y la muerte del miedo es liberación."

14:58  
Blogger enredondilla dijo...

... en un primer momento me la imaginé así.

20:14  
Blogger enredondilla dijo...

y el final; tras un disfrutado recorrido por la lectura (las florituras de la esfera me han parecido geniales), he podido ver"lo" así.

20:27  
Blogger fran rubio dijo...

También "Nunca es tarde si la dicha es mala", pero ¿acaso la dicha puede ser mala? Esta breve reflexión me lleva de nuevo al dicho primeramente dicho y me pregunto si el susodicho no estaría mejor dicho de esta manera:
"Nunca es tarde si ocurre la dicha", pues la dicha sólo puede ser buena. Tan buena como tu visita Dersu. Gracias por compartir el texto, invita a una amplia conversación.

Enredondilla, qué posibilidad tan poética.

01:36  

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