UNAS PALABRAS SOBRE LA PUBLICIDAD
Dos anuncios spam aparecidos en el correo web (traducción atribuida a máquina):
1. “En la lluvia, que el reloj en tu muneca? Usted puede olvidar su miedo, como nuestros relojes son de agua y servira como la marca. Obtener uno de ellos y perder todas sus dudas. De relojes 100% con su y las imagenes completo de una verdadera”.
2. “Manana tiene que vestirse para una cena importante. Pero que debe hacer si usted puede permitirse el costoso original para todos los relojes de estos trajes? Si usted deberia o no ser nuestra replica de reloj, porque tienen miedo de que su material se calmarse bastante pronto?”
EN EL RECIBIDOR DE UNA CASA NORMAL
—Quiero esos relojes, pues aún sin tenerlos todavía ya puedo intuir lo tranquilo que voy a vivir después de su adquisición. ¿Cuánto valen? No cierre todavía el estuche.
—¿Cuánto está usted dispuesto a pagar por ellos ahora que ya se le ha trasmitido la información?
—Mil dineros. Es todo lo que tengo.
—Bien, aceptado como parte (cierto que bien pequeña) del pago. El resto ya lo irá pagando durante el resto de su vida, los relojes (que son muchos) serán suyos cuando muera, ¿está conforme?
—No quiero tanto esos relojes.
—De acuerdo, ya hemos encontrado el límite, ¿qué le parece quedarse con la mitad de los relojes durante la mitad del resto de su vida? Eso le costará el doble, pero la satisfacción será cuádruple, ya que nosotros estaremos el doble de contentos. ¿O es que no le importamos?
—Sí, ustedes me importan y les quiero tanto o más que a sus relojes, pero háganse cargo, se trata de mi semivida… no quiero tener más miedo… ¡deme un reloj, sólo uno!
—Está bien, usted gana. Le damos un reloj y sólo tendrá que añadir a todo lo anterior un pequeño recargo en concepto de exclusividad. Como sugerencia, mencionarle el hecho de que si usted decidiese morirse ahora mismo, todos los relojes serían suyos sin costo alguno.
—Déjenme pensarlo un par de días y que sepan que pueden dejar los relojes aquí mientras tanto con el fin de poder mirarlos cada poco, para que no mengüen en mí las ganas de adquirirlos.
—Si no le parece mal, nosotros nos quedamos también, de esta manera seremos los primeros en saber su respuesta y usted no tendrá que desplazarse, lo cual es un favor que nos dispensamos mutuamente.
—Tengo sueño, creo que me iré a dormir, no tarden mucho.
1. “En la lluvia, que el reloj en tu muneca? Usted puede olvidar su miedo, como nuestros relojes son de agua y servira como la marca. Obtener uno de ellos y perder todas sus dudas. De relojes 100% con su y las imagenes completo de una verdadera”.
2. “Manana tiene que vestirse para una cena importante. Pero que debe hacer si usted puede permitirse el costoso original para todos los relojes de estos trajes? Si usted deberia o no ser nuestra replica de reloj, porque tienen miedo de que su material se calmarse bastante pronto?”
EN EL RECIBIDOR DE UNA CASA NORMAL
—Quiero esos relojes, pues aún sin tenerlos todavía ya puedo intuir lo tranquilo que voy a vivir después de su adquisición. ¿Cuánto valen? No cierre todavía el estuche.
—¿Cuánto está usted dispuesto a pagar por ellos ahora que ya se le ha trasmitido la información?
—Mil dineros. Es todo lo que tengo.
—Bien, aceptado como parte (cierto que bien pequeña) del pago. El resto ya lo irá pagando durante el resto de su vida, los relojes (que son muchos) serán suyos cuando muera, ¿está conforme?
—No quiero tanto esos relojes.
—De acuerdo, ya hemos encontrado el límite, ¿qué le parece quedarse con la mitad de los relojes durante la mitad del resto de su vida? Eso le costará el doble, pero la satisfacción será cuádruple, ya que nosotros estaremos el doble de contentos. ¿O es que no le importamos?
—Sí, ustedes me importan y les quiero tanto o más que a sus relojes, pero háganse cargo, se trata de mi semivida… no quiero tener más miedo… ¡deme un reloj, sólo uno!
—Está bien, usted gana. Le damos un reloj y sólo tendrá que añadir a todo lo anterior un pequeño recargo en concepto de exclusividad. Como sugerencia, mencionarle el hecho de que si usted decidiese morirse ahora mismo, todos los relojes serían suyos sin costo alguno.
—Déjenme pensarlo un par de días y que sepan que pueden dejar los relojes aquí mientras tanto con el fin de poder mirarlos cada poco, para que no mengüen en mí las ganas de adquirirlos.
—Si no le parece mal, nosotros nos quedamos también, de esta manera seremos los primeros en saber su respuesta y usted no tendrá que desplazarse, lo cual es un favor que nos dispensamos mutuamente.
—Tengo sueño, creo que me iré a dormir, no tarden mucho.
4 dijo:
Lo que uno quiere o espera no siempre importa, (es cuestión del destino), aunque hay veces que lo que quieres o esperas es lo único que realmente importa,
Solo uno mismo decide el precio a pagar …
Besos mil
El precio es un acuerdo sobre el valor.
Si lo que quieres lo quieres suficientemente, siempre lo podrás pagar sin problemas, ya que el acuerdo al darse entre tú y tú, hará que estés constantemente de acuerdo, ¿no es maravilloso?
Realmente es maravilloso ¡¡¡¡
Solo nosotros mismos podemos negociar con nosotros mismos, Aunque también debemos estar dispuestos a pagar el precio (no siempre es fácil).
Increíble el poder que eso te hace sentir sobre nuestro Yo.
Besos mil.
La Maravilla es ser maravilloso siendo un reloj que maravilla siendo cual sea la muñeca indicada desde el mismo lugar.
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